TRIBUTO QUE LEGAR
He de sentarme en el desván de mi conciencia
y apartarme de este mundo petulante,
donde amarse, es tan solo coincidencia
siendo el odio la noticia a cada instante.
La observancia de la esfera donde vivo,
acueducto por el cual he de pasar,
es eterno paraíso destructivo
donde nadie puso nunca a un tal Adán
Es holocausto por el hombre permitivo
epicentro horrendoso de un hangar
es la llama de una tea que, encendida,
a la mecha prontamente ha de llegar
Es un antro que Satán ha poseído
destinado como el juego, a su azar,
pestilente, tan ajado y radioactivo
que me embarga al ser tributo que legar.
He de exponer todo aquellos acontecido
y prepararme para darles mil respuestas.
¡He de implorar a este vulgo envilecido
asentarse en el desván de su conciencia.