CUERPO DE MI SOMBRA
Cuando a solas me sugieres
que te presente ante miles de miradas
siento deseos de arrancarte la piel.
Cómo quieres que lo haga,
si siempre las rehúyes
oyendo mis sordas pisadas?
Sigue así,
cubriéndote de gloria y devaneo
que anque veo tus ojos simular no verme,
siento una honda tristeza al ver
la aureola en tu ser, irradiando belleza.
Cuerpo de mi sombra, llana o erigida,
quiero que tu carne la arranquen a jirones
y que una llama inmóvil,
te fulmine hasta el aliento.
Quiero, de momento, que transiten por tus venas
alterando de esa sangre su continuo movimiento.
Que eslabonen en tu mente,
quiero,
los tormentos más audaces
y con voluntad silenciosa
¡Que preparen tu equipaje!
¿Cómo quieres que me sienta,
llevándote, sombra, a la espalda,
si al volver la vista atrás
parece que no eres mía
y hasta el cuerpo desigualas
rompiendo toda armonía?
Prosaica obra del todopoderoso
antes de verte rozar mi tejido,
mi cuerpo quisiera pender de otro hilo
y en ese mundo cargado de ensueños
que en el limbo se quede adherido
buscándote, sombra, Satán, otro dueño.
Dueño y señor de aguas y valles
purifica el aire que aún respiro
y rompe al miedo lo más loable
de su furia loca, mientras expiro.
Que la pupúrea borrasca del cielo grisáceo
golpee incesante mis sienes
y vierta cabellos a cuál más blanco
cubriendo la crin del campo verde,
y así, mi sombra, inerte cuando yo quiero,
me abra camino por su sendero.