DE MI, CUANDO YO MUERA
De mí, cuando yo muera...
No digais mentiras.
No. No las digais.
Decid, que fui sólo vida.
¡Esencia no perfumada!
Perenne gota lejana
de la fina lluvia caída
al son de la madrugada.
Decid que fui lo que pude
¡Nunca!... lo que quise ser...
y aunque mi lucha mantuve
¡Decid, que no lo logré!
Cubrid con sólo un cuarteto
la losa que ha de taparme
no quisiera descuidarme
sin tan solemne respeto,
ni pensar que, después de muerto,
deba al menos levantarme
para de nuevo acostarme
después de escribir un soneto.
De mí, cuando yo muera...
Cuando...
pregunten que a dónde he ido...
¡Dejad que indaguen al sueño!,
que penetren la etérea sala
donde habita el desconsuelo,
hallarán...la mente vacía
-esclava del sentimiento-
de un ser, que por ser, obtuvo:
tan sólo... su nacimiento.